¿Qué es el biohacking?

El concepto de biohacking ("hackeo biológico"), también llamado “Piratería corporal” o “Biología DIY” (por Do It Yourself), es una tendencia que consiste en optimizar el cuerpo humano mediante la ciencia, la tecnología y el conocimiento del propio organismo.

Si bien el biohacking **no es una ciencia, funciona bajo preceptos científicos. La premisa es que si se puede hackear un programa o una computadora, también podemos hackear nuestra biología individual.

Esto se logra mediante varias prácticas, desde ajustes en la dieta y el ejercicio, hasta la incorporación de tecnología avanzada o suplementos para potenciar el rendimiento. Las personas que “son” biohackers buscan entender y potenciar su biología de manera consciente y controlada para alcanzar su máximo potencial.

Algunas de las prácticas más comunes incluyen, por ejemplo, el uso de dispositivos de monitoreo de salud para mejorar el sueño y el control de la dieta y ejercicio.

¿Para qué sirve el biohacking?

El objetivo principal del biohacking es mejorar la calidad de vida de quienes lo experimentan. En concreto, puede ayudar a:

1. Mejorar la salud y bienestar general a largo plazo.
2. Aumentar el rendimiento cognitivo y físico en áreas como la concentración, la memoria, la toma de decisiones, y en actividades deportivas.
3. Combatir el estrés y la ansiedad con, por ejemplo, técnicas de respiración, meditación o incluso terapias alternativas y suplementos.
4. Optimizar el sueño determinando las mejores horas para hacerlo, la cantidad de horas, y aplicando técnicas y suplementos que permitan tener un sueño reparador.

Biohacking y alimentación

Lo que comemos no solo nos da la energía para funcionar durante el día, sino que también influye en nuestra capacidad de concentración, productividad y salud mental. Algunos estudios han demostrado que ciertos alimentos pueden mejorar la neuroplasticidad (la capacidad del cerebro para adaptarse y aprender), reducir la inflamación crónica y equilibrar los niveles hormonales.

Alimentos clave en biohacking

1. Grasas Saludables. Las grasas saludables son esenciales para el buen funcionamiento del cerebro, ya que este órgano está compuesto principalmente por grasa. Incorporar a la dieta diaria fuentes de ácidos grasos omega-3, como los que se encuentran en pescados grasos como salmón y sardinas), nueces, y semillas de chía, puede potenciar la memoria y el enfoque, además de reducir la inflamación en el cuerpo.
   
   
2. Proteínas de alta calidad. Incluir fuentes de proteínas animales como carnes magras, pollo, y pescado, junto con opciones vegetales como legumbres, tofu y tempeh, puede ayudar a mejorar el rendimiento físico y la salud metabólica.
   
3. Verduras de Hoja Verde. Las verduras de hoja verde, como la espinaca, el kale o el brócoli, están llenas de antioxidantes y nutrientes esenciales como el ácido fólico, vital para la función cerebral. Algunas ivestigaciones publicadas enThe American Journal of Clinical Nutrition, han expresado que el consumo regular de vegetales de hoja verde está asociado a un menor riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.
   
   
4. Cúrcuma y jengibre. La cúrcuma y el jengibre son especias con potentes propiedades antiinflamatorias. Incorporarlas en la dieta diaria no solo puede ayudar a reducir la inflamación, sino también mejorar el ánimo y la energía.
   
   
5. Ayuno Intermitente. El ayuno intermitente consiste en alternar períodos de alimentarse con períodos de ayuno. Este método ha demostrado ser eficaz para mejorar la claridad mental, la energía, y la salud metabólica. Para adoptar este método, es fundamental contar con la guía de un profesional de la salud (nutricionista o nutriólogo) para respetar los gustos y objetivos individuales.
   
   

Nootrópicos: Biohacking y medicina

Los nootrópicos, también conocidos como estimulantes de la memoria o potenciadores cognitivos, son por lo general fármacos, medicamentos, drogas, suplementos o alimentos funcionales que elevan ciertas funciones funciones y capacidades del cerebro como la memoria, concentración, energía, procesos cognitivos, entre otros.

Se cree que los nootrópicos funcionan al alterar la disponibilidad de suministros neuroquímicos en el cerebro (neurotransmisores, enzimas y hormonas), mediante la mejora o activación del metabolismo cerebral, o estimulando el crecimiento neuronal (neurogénesis).

Algunos nootrópicos conocidos son:

1. Cafeína. La cafeína es históricamente conocida por sus efectos estimulantes, que aumentan la alerta y mejoran el enfoque y la concentración. La cafeína funciona bloqueando los receptores de adenosina en el cerebro, lo que reduce la sensación de fatiga. Un estudio publicado en Psychopharmacology, demostró que la cafeína mejora la atención y la velocidad de reacción, lo que la convierte en un aliado perfecto para quienes necesiten mantener la productividad durante largas jornadas.
   
   
2. L-teanina. La L-teanina es un aminoácido que se encuentra principalmente en el té verde. Aunque tiene un efecto relajante sobre el cerebro, no induce somnolencia. Es conocida por reducir el estrés y aumentar la concentración. Al combinarse con cafeína, la L-teanina ayuda a mitigar los efectos negativos de la cafeína, como la ansiedad y los nervios, mejorando la claridad mental.
   
   
3. Bacopa Monnieri. El Bacopa Monnieri es una planta utilizada en la medicina tradicional india (Ayurveda) por sus propiedades nootrópicas. Se cree que mejora la memoria y la capacidad de aprendizaje. Algunos estudios han sugerido que laBacopa puede aumentar la sinapsis cerebral y reducir el estrés, lo que ayuda a mejorar la función cognitiva a largo plazo.
   
   
4. Rhodiola Rosea. La Rhodiola Rosea es una planta adaptógena que se utiliza para mejorar la resistencia al estrés, reducir la fatiga y aumentar la energía. En concreto, la rhodiola ayuda a equilibrar los niveles de cortisol, promoviendo una mejor respuesta al estrés.

Suplementos y biohacking

Además de los nootrópicos, existen otros suplementos que las y los biohackers consumen para optimizar su salud física y mental. Estos por lo general provienen de fuentes naturales y ya cuentan con estudios clìnicos que respaldan su eficacia y posibles efectos adversos.

Los más destacados son:

1. Omega-3 (EPA/DHA). Los ácidos grasos omega-3, presentes principalmente en pescados grasos son esenciales para la salud cerebral. Afortumnadamente, también se pueden encontrar en formato de pastillas para consumo fácil y habitual. En nuestra sección sobre Omega 3 puedes obtener más información.
   
   
2. Vitamina D. La vitamina D es importantísima para la salud cerebral y emocional. Los niveles bajos de vitamina D se han relacionado con un mayor riesgo de depresión y otros trastornos cognitivos. La exposición al sol es la principal fuente de vitamina D, pero muchas personas no reciben suficiente debido a la falta de sol o la vida en áreas geográficas menos soleadas. Suplementar vitamina D puede ser una excelente estrategia para mejorar el estado de ánimo y la salud cognitiva, especialmente durante los meses de invierno.
   
   
3. Magnesio. El magnesio es uno de los mejores suplementos, ya que trae beneficios a niel cerebral y muscular. Es capaz de reducir la ansiedad y mejorar el sueño, promoviendo un organismo relajado y con energía. Visita nuestra sección "Magnesio" para más información.